Mas allá de los beneficios obtenidos cuando practicamos un deporte ylas causas cientificas que explican estas mejoras, hoy queremos tocarun tema que solo las personas que amamos el deporte conocemos a fondo:LA ALEGRIA QUE SENTIMOS CUANDO ESTAMOS ENTRENANDO. Esa sonrisa queaparece en nuestro rostro y nos hace olvidar todo aquello que nosmortifica, ese deseo de seguir divirtiendonos y que hace que el tiempopase volando y que se nos haga muy corto aunquie hayan pasado horas enmedio de nuestra actividad.La ilusión de que pasen los dias y el tiempo se acorte para poderencontrarnos con esa disciplina que nos da tantas satisfacciones.El rostro iluminado del niño que va tras de la pelota para anotar ungol, el brillo de los ojos cuando vamos preparándonos para tomar latabla e introducirnos en el mar.La expresión de nuestro rostro cuando hemos pasado ese segundo airecuando trotamos los fines de semana.La sensación de confort y seguridad cuando al llegar nos saludamos connuestros compañeros.La capacidad de disfrutar y sentirnos libres en una conversacion entrenuestro cuerpo mente y alma.Y luego de la jornada ese cansancio reparador de haber hecho lo quedebiamos y las ganas que se vuelva a repetir.El despedirse de los amigos o del entrenador o hasta del portero conuna sonrisa y con la seguridad que vovleremos a sentir esa agradablesensacion de bienestar y alegria.La camaraderia, el orden, el reencontrarse con us grupo y consigomismos para ser felices el tiempo que dure nuestra amada disciplinadeportiva.Mas allá de la ciencia, el deporte y sobre todo practicarlo nospermite ser felices y gozar de la vida.Es una experiencia que nuestros hijos merecen aprender y disfrutar.
Suscribirte a DEPORTE Y AUTISMO
Correo electrónico:
Consultar este grupo
sábado, 11 de agosto de 2007
Las personas con autismo o dentro de su espectro pueden mantener relaciones amicales y estrechar lazos de afecto y simpatía mas allá de poseer lenguaje o no.
Desde pequeños, aunque posean innumerables conductas inadecuadas, pataletas y agresiones su capacidad de demostrar cariño es muy significativa, muchas veces sin hacer contacto visual las personas con autismo realizan sus acercamientos de manera sutil debido a sus trastornos sensoriales los que les dificulta muchas veces tolerar caricias, sonidos y olores hasta que se habitúan a ellos.
Muchas personas con autismo logran a pesar de sus múltiples discapacidades conductuales, sensoriales, inclusive a pesar de su marcado retardo mental que les impide alcanzar un nivel académico escolarizado, acceder a una vida funcional y productiva.
La familia y en especial los padres juegan un papel fundamental para que ese ser a quien el autismo ha robado parte de su vida, pero no toda, se sienta amado y útil.
Mas allá de nuestros sueños de padres y las metas inalcanzables que pretendimos imponer a nuestro hijo autista, existen unas metas que con la fuerza de su espíritu sobrepasará largamente, y son las metas trazadas con el corazón.
No se trata de grandes proezas, ni experiencias intelectual o artísticamente geniales, ni curas milagrosas, ni tratamientos exitosos que excluyen el autismo de su vida. Este ejemplo de vida es simplemente una muestra de cómo se puede convivir con el autismo con todas sus manifestaciones, sus silencios y trastornos, llevando una existencia feliz y productiva a pesar de los impedimentos de índole económica, social y profesional que enfrenta cotidianamente.
La mayoría de autistas severos son considerados por muchos de pronóstico dudoso y sus expectativas van derivados a un plano funcional. Este relato y experiencia de vida va dirigido para todas aquellas familias y especialistas que en un momento sienten que van perdiendo la batalla.
Desde pequeños, aunque posean innumerables conductas inadecuadas, pataletas y agresiones su capacidad de demostrar cariño es muy significativa, muchas veces sin hacer contacto visual las personas con autismo realizan sus acercamientos de manera sutil debido a sus trastornos sensoriales los que les dificulta muchas veces tolerar caricias, sonidos y olores hasta que se habitúan a ellos.
Muchas personas con autismo logran a pesar de sus múltiples discapacidades conductuales, sensoriales, inclusive a pesar de su marcado retardo mental que les impide alcanzar un nivel académico escolarizado, acceder a una vida funcional y productiva.
La familia y en especial los padres juegan un papel fundamental para que ese ser a quien el autismo ha robado parte de su vida, pero no toda, se sienta amado y útil.
Mas allá de nuestros sueños de padres y las metas inalcanzables que pretendimos imponer a nuestro hijo autista, existen unas metas que con la fuerza de su espíritu sobrepasará largamente, y son las metas trazadas con el corazón.
No se trata de grandes proezas, ni experiencias intelectual o artísticamente geniales, ni curas milagrosas, ni tratamientos exitosos que excluyen el autismo de su vida. Este ejemplo de vida es simplemente una muestra de cómo se puede convivir con el autismo con todas sus manifestaciones, sus silencios y trastornos, llevando una existencia feliz y productiva a pesar de los impedimentos de índole económica, social y profesional que enfrenta cotidianamente.
La mayoría de autistas severos son considerados por muchos de pronóstico dudoso y sus expectativas van derivados a un plano funcional. Este relato y experiencia de vida va dirigido para todas aquellas familias y especialistas que en un momento sienten que van perdiendo la batalla.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)